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No has obedecido y era realmente simple hacerlo.

¿Por qué no has obedecido?

Esa no es la pregunta.

La pregunta es esta:

¿Como puedes usar esa desobediencia innata a la curiosidad, en tu propio beneficio?

Sí. Te acabo de regalar algo de incalculable valor. Decirle NO a tu cliente. Decirle que no haga, decirle que no puede. Decirle No.

Es increíblemente poderoso el No bien colocado.

¿Has visto alguno de los ejemplos de experimento social de obediencia?

Ya sabes, el típico de un enorme botón rojo en un atril en medio de una plaza y con un enorme cartel que decía:

NO TOCAR.

Ya sabes el resultado, ¿verdad?

Un 70% de las personas que se encontraban con el botón, o lo tocaban o esperaban a que otro lo tocase.

¿POR QUÉ?

Curiosidad. Simple y llanamente.

Tienes que captar la curiosidad de tus posibles clientes, porque captando su curiosidad tienes algo mucho más importante:

SU ATENCIÓN.

Y quieres su atención, porque la atención de las personas es limitada. La de ellas, la tuya y por supuesto la mía.

Además, mientras tienes su atención, evitas que puedan prestar atención a otras cosas y mantener el foco en lo tuyo.

Así de simple.

Pero como siempre, hay que darle una vuelta de tuerca para que funcione extraordinariamente bien.

Si quieres poner algo de eso y mucho más a funcionar en tu negocio:

Te dejo el Whatsapp aquí, por si quieres que agendemos una llamada.

Pasa un buen día.

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