Mas barato que la competencia

Mas barato que la competencia, un error de primero de ventas de lo que sea.

¿Sabes qué pasa si eres más barato que la competencia?

Te lo digo. Pasa ucho.

Primero de todo, tu posible cliente te percibirá, sin siquiera darse cuenta, como peor y menos experimentado que la competencia. Lo dice la ciencia del comportamiento, no yo.

Será el subconsciente de tu posible cliente, el que se pondrá en guardia y desconfiará.

Otra cosa que pasará y es más evidente es el margen. Tendrás menos margen que los demás y eso no es malo. No. Es muy malo.

Pero no por lo que crees, por lo de ganar menos dinero. No.

Es muy malo, porque menos margen te deja menos maniobra a la hora de solventar problemas, reclamaciones, devoluciones, garantías y todas esas cosas que sí que pasan.

Además, tener un margen ajustado juega en contra de tu psicología, sin que tampoco te des cuenta. Porque lo hará tu subconsciente y poco a poco te minará por dentro.

Y ¿sabes qué pasa cuando tu psicología se debilita?

Pues menos capacidad resolutiva, mayor estrés, ansiedad y baja autoestima.

¿Quieres algo de todo eso?

Imagino que no.

Verás. Te voy a poner un ejemplo real, de un cliente que vendía un producto físico e importado. El producto (te diré cual, si trabajamos juntos y tienes interés) tenía un buen margen y pertenecía a un nicho con mucha competencia.

¿Qué se le ocurrió a mi cliente?

Sí, eso. Vender más barato que la competencia.

¿Resultado?

No vendía casi nada.

Todo el producto estaba bien. Alta calidad, presentación de lujo, campañas publicitarias acorde al producto…………

Y no vendía, y además no entendía por qué.

Cuando le dije que el problema era su estúpido bajo precio, no me creyó. No lentendía que pudiera ser eso.

Entonces le hice ponerse en el lado del cliente. Le hice suponer que no sabía de su nicho mas de lo que sabía cualquier cliente.

Entonces lo entendió. Fue en ese momento, cuando se puso en los zapatos del cliente, cuando él mismo desconfió de su producto.

¿Qué hizo?

Lo que yo le dije. Duplicar el precio.

Sí duplicarlo. Pero no te vengas arriba. En su nicho y producto se podía hacer y de hecho, con algunos productos subimos a bastante más del doble. Pero te repito, se podía.

Volviendo a duplicar su precio.

¿Dónde nos ponía eso?

Pues un poco por encima, del precio de la mayor parte de su competencia.

¿Qué pasó?

Pues que sus ventas comenzaron a despegar, que su producto empezó a aparecer en foros y que algún influencer nacional y muy conocido se interesó por el tema y terminaron siendo socios.

El resto es historia.

Moraleja: El precio adecuado es más importante que muchos otros factores. Y esto es aplicable a producto físico y por supuesto a servicios.

Nota: No subas el precio sin más. Estudia la competencia y sobre todo, estudia las implicaciones psicológicas de tu cliente.

Si quieres que te ayude con eso y con mucho más:

Te dejo el Whatsapp aquí, por si quieres que agendemos una llamada.

Pasa un buen día.

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